Convertirse en una au pair es una forma segura de experimentar el desarrollo y el crecimiento personal. Después de todo, casi todos los au pairs cuentan que luego de su experiencia en Estados Unidos, son más independientes, seguros de sí mismos y más listos que nunca para dar el primer paso en su carrera.
Para poder darte una visión de la experiencia como au pair, le hicimos unas preguntas a la ex au pair alemana Eva Meyer. Con sólo 22 años, y uno de haber regresado de su experiencia como au pair, Eva dice sentirse aún “súper cerca y conectada con su viaje como au pair”. A Eva le encanta hablar de lo que hasta ahora ha sido el “mejor año de su vida”, contar lo que la inspiró a ser au pair, su desarrollo personal durante el tiempo en el extranjero y cómo su experiencia la convirtió en la persona que es hoy…
“Yo fui una au pair. Hoy no sólo soy una estudiante de negocios internacionales de tiempo completo, sino también líder de reuniones informativas, embajadora y generadora de contenidos para Cultural Care Au Pair.”—Eva Meyer
P: Eva, ¿puedes contarnos cómo era tu vida antes de que decidieras convertirte en una au pair?
R: Bueno, yo crecí en el sur de Alemania, en el campo, rodeada de muchos bosques, vacas y pueblos pequeños. Siempre tuve el deseo de pasar un tiempo en Estados Unidos. Había considerado la posibilidad de hacer un intercambio durante el bachillerato , pero me di cuenta de que el año como au pair se adaptaba mucho mejor a mi personalidad y mi sueño de trabajar con niños.
P: ¿Qué fue lo que te ayudó a decidirte a ser una au pair? ¿Podrías contarnos la historia?
R: ¡Claro! Convertirme en au pair fue una decisión que tomé muchos años antes de tener la oportunidad y la edad para hacerlo. Siempre supe que sería una au pair cuando terminara el bachillerato. Otra chica de un pueblo cercano fue a Estados Unidos como au pair con Cultural Care y me informó un poco sobre la agencia. Poco tiempo después me puse en contacto con ellos, fui a la primera reunión (dos años antes de mi partida) y me sentí cómoda inmediatamente. Me sentí apoyada durante todo el proceso de aplicación y de búsqueda de familia. Adicionalmente, obtuve tantos consejos, sugerencias y recomendaciones útiles de la oficina en Berlín que me sentí bien preparada mucho antes de mi partida. Cuando miro hacia atrás, me doy cuenta de que, sin saberlo, me estaba embarcando para lo que sería el mejor año de mi vida al salir del aeropuerto de Frankfurt con otras 40 niñas que al igual que yo también habían decidido mudarse al extranjero
P: ¿Puedes contarnos algo de tu experiencia au pair?
R: Coincidí con una familia maravillosa que vivía en Pacific Palisades, una ciudad súper linda de Los Ángeles, California. Ya sé, ¡tuve mucha suerte! No sólo el lugar era muy bonito, mi familia anfitriona fue la mejor que pude haber escogido, y eso es lo más importante. Cuidé a 3 niños encantadores y súper activos entre 3 y 7 años. Pasé un tiempo increíble con mi primera familia, ¡tanto así que no pude regresar a casa después de los primeros 12 meses! Por eso decidí extender mi viaje y aproveché la oportunidad para experimentar cómo sería estar con una familia diferente en el lado opuesto del país. Tras una despedida que me rompió el corazón, me fui (con tres maletas llenas) a la Costa Este, a Pound Ridge, Nueva York, pero desafortunadamente la familia que elegí resultó no ser la mejor opción para mí. Poco tiempo después de llegar allí, entré en transición o cambio de familia y me entrevisté con otra familia que vivía al norte de Nueva York, también con tres niños. Con ellos estuve por 8 meses. Al final, estaba muy contenta de haber extendido mi programa, aunque las cosas no salieron como las planeé en un principio. ¡Supongo que así es la vida! Al finalizar mi segundo año viajé sola por Estados Unidos durante dos semanas, visité a mi primera familia y luego regresé a casa.
P: ¿Cómo fue convertirse en una au pair en Estados Unidos? ¿Cuál fue el cambio más importante?
R: ¡Recuerdo haber pensado que todo era muy GRANDE! Probablemente esta haya sido la mayor diferencia. Recuerdo haberme caído al tratar de montarme en el auto de mi familia la primera vez que salí con ellos, era muy grande. ¡Pero me encantó todo desde el primer segundo! El período en la escuela de entrenamiento fue súper, el viaje a la ciudad de Nueva York y, claro, conocer a mi familia anfitriona. Estaba muy nerviosa pero también muy contenta cuando los vi esperándome en el aeropuerto, todos muy pendientes con un cartel de bienvenida. Después de pasar sólo dos días en la casa de mi familia anfitriona, fuimos de vacaciones con otras 3 familias; cada una con 3 o más niños. Fue algo difícil estar rodeada por tantos niños, pero también fue muy divertido. Por momentos sentía que el verano era un desafío, porque todo era muy nuevo, los niños ponen a prueba tus límites y consolidar una relación lleva un tiempo… ¡pero eso es súper normal! ¡Sólo seguí intentando y di lo mejor de mí! A mi madre anfitriona se le ocurrió la mejor de las ideas: me invitó a programar unas “noches de cita” con cada uno de mis niños anfitriones por separado, para que pudiéramos tener un momento especial y desarrollar el vínculo entre nosotros. Entonces cada niño y yo salíamos en bicicleta a cenar y luego tomábamos un helado. A los niños les encantaba, y yo todavía recuerdo esas noches porque eran especiales.
P: ¿Qué fue lo más gratificante de ser una au pair?
R: Definitivamente, lo más gratificante de ser una au pair fue todo el amor que recibí. No sólo de las familias con las que viví, sino también de mis nuevos amigos de todo el mundo y de mis amigos y familiares de mi propio país. Es agradable la experiencia de sentir que los niños confían en ti y te respetan. Recuerdo cada abrazo de mis niños anfitriones. Me encantaba sentarme con ellos en el sofá y leerles libros. Tu corazón se derretirá cuando te digan cuánto te aman por primera vez. Y es algo absolutamente increíble tener otra familia, o dos como por fortuna me pasó a mí.
P: ¿Cómo te benefició tu experiencia como au pair?
R: Siento que soy un buen reflejo de los beneficios de ser una au pair. Para empezar, he conocido a dos familias increíbles con las que sigo en contacto. Una de ellas me visitó recientemente; la otra lo hará, con suerte, el próximo año. Además, hice muchos amigos increíbles de todo el mundo. Hace poco visité Londres con una amiga francesa, a quien conocí cuando estaba cambiando de familia. También visité a una amiga en Austria, a quien conocí en Nueva York. Ahora iré a Croacia por segunda vez este año, con mi mejor amiga, a quien conocí en Los Ángeles. ¡Son tantos los lugares que me faltan por visitar! Tengo amigos en Alemania, Inglaterra, Suiza, Austria, Italia, España, Australia, Suecia, Brasil, México, Canadá y más. A todos los conocí durante mi tiempo como au pair. ¿No es esto asombroso? Otro aspecto por el que estoy muy agradecida es con el componente educativo del programa au pair. Gracias a las clases a las que asistí en el Community College de Santa Mónica, en UCLA y en el Manhattanville College, me aceptaron en una universidad que originalmente estaba por encima de mi GPA. Allí estudio actualmente Negocios Internacionales, y me encanta.
Además, soy Embajadora de Cultural Care para nuevos au pairs: los guío antes de su partida, les comparto consejos útiles y los asesoro si necesitan ayuda adicional. Por otra parte, también soy Líder de Reuniones. Organizo reuniones donde presento el programa y los requisitos para ser au pair a los posibles nuevos au pairs. También los entrevisto, de esa forma tengo la posibilidad de adquirir mucha experiencia en emplear o contratar, ¡una gran ventaja para mis estudios!
Me encanta el hecho de que el programa Au Pair no es algo que haces y cuando terminas te olvidas de él. Tienes que explorar y considerar todas las oportunidades que el programa au pair te ofrece, porque es entonces cuando verdaderamente te convertirás en un ciudadano del mundo.
P: ¿Cómo tu experiencia au pair ha influido en lo que haces ahora?
R: Me ha inspirado por completo, y también me ha guiado para me convertirme en lo que soy hoy en día. Antes de mi viaje como au pair, no tenía ninguna idea de lo que haría en el futuro. Como muchos otros, esperaba descubrirlo durante mi año. Afortunadamente lo logré.
P: ¿Cuáles han sido los mayores desafíos y éxitos desde que regresaste a casa?
R: Sin duda alguna el mayor desafío fue adaptarme nuevamente a Alemania. No hay estaciones de gasolina 24/7, no hay tiendas abiertas los domingos, no hay playas cerca, los autos son más pequeños, no hay enormes centros comerciales, etc. ¡Otro desafío fue renunciar a viajar a bajo costo! Durante mi año como au pair, solía tomar vuelos y visitar diferentes ciudades durante el fin de semana. Desde que volví, ahorro cada centavo para mis estudios. Y claramente, mi mayor éxito ha sido que me aceptaran en la carrera que elegí en la universidad. El curso que tomé en UCLA fue mi “pasaporte de entrada”. ¡Todavía estoy súper emocionada por todo esto!
P: ¿Qué te depara el futuro?
R: Gracias al aspecto internacional de mis estudios, debo completar no sólo una práctica en el extranjero sino también hacer un semestre fuera de mi país. Estoy pensando en alguno de los países escandinavos. Además, quiero viajar tanto como pueda. En mi lista, definitivamente están Australia, Viena, Suiza, París, Inglaterra y Nueva Zelanda, porque... adivinen qué: ¡en todos esos lugares tengo amigos a los que conocí durante mi año au pair!
P: ¿Qué le dirías a alguien que está considerando la posibilidad de convertirse en un au pair?
R: ¡Que lo haga! Si ya estás considerando convertirte en un au pair y no decides dar ese paso, te arrepentirás toda la vida. Sé que es un gran paso y que se necesita mucho valor, pero confía en mí: estarás absolutamente orgullosa y agradecida. Vivir en el extranjero te brindará muchas oportunidades, grandes posibilidades, amigos para toda la vida, un hogar lejos de casa y una segunda familia. ¡Te deseo todo lo mejor!